BUENOS AIRES.- No da para más. Ya no hay curriculum que motive. A Julio César Falcioni no le queda otra que comenzar a tachar los pocos días que le quedan en el calendario "xeneize": el "Emperador" dejará Boca en diciembre, al finalizar su contrato.
Si antes de volver a tropezar por la Supercopa Argentina tenía dudas con respecto a la chance de renovar su vínculo, a esta altura el DT las despejó todas. Es que esta vez no hubo nadie a su par para calmar la tensión por la dura derrota con Arsenal, nadie para asegurarle el porvenir. La comisión directiva un día no lo respaldó más, y es por eso que Falcioni tiene claro su destino de retirada.
Y la vida sigue. El Torneo Inicial continúa obligando al equipo que, de ganar, podrá seguir dando pelea. Aunque salta a la vista que en la cocina del club lo que se prepara es el nombre del reemplazante. Casi a un segundo plano van a parar las novedades futbolísticas, esas que dicen que para mañana contra Colón, el equipo no podrá contar con los servicios de Leandro Somoza, Emiliano Albín ni Clemente Rodríguez, todos lesionados (al parecer de entrada irán unos cuantos pibes).
Las noticias se refieren a las muchas o pocas posibilidades de Rodolfo Arruabarrena, Diego Cagna, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto de agarrar el timón del barco una vez que Falcioni esté afuera, literalmente.
Como siempre, Carlos Bianchi fue la primera carta sobre la mesa, pero el mismo "Virrey" prescribió su cédula. "Me aleja del fútbol que haya falta de moral, respeto y corrupción, son cosas que me quedan atragantadas", soltó. Más claro...
Por eso los que se suben al ring son aquellos ex players, con demasiadas mieles ofrendadas al hincha desde el campo, y con hambre de retribuir lo mismo, de saco y corbata. Habrá que esperar.
La era Falcioni, tan cuestionada incluso en la "perfección" numérica, va llegando a su fin. "Lo que mal empieza, mal acaba", reza el dicho, y los comienzos de "JC" en Boca fueron tan turbulentos como esta actualidad. En el medio hubo un campeonato ganado de antemano y sin derrotas, más de 30 partidos invictos, finales de copa y una Argentina. Pero tanta cosecha hoy ya no rinde, Boca quiere surcar nuevas tierras, y arrancará apartando a Falcioni de su camino. (Especial)